jueves, 12 de mayo de 2011

Imaginarios sobre el Amor VIII : ..." Cosas..." *Juan Gelman






















Lamento por los pies de Carmichael O'Shaughnessy









Carmicahel o'shaughnessy mi dios
con el camino en la mano era un planeta
girando y girando en la mañana cerrada
como cubierto de lirios y de trigos

¡ah carmichael!
qué grandes fierros le crecían en los pies
cuando se andaba al gallo primo cantor
y al segundo callado

a carmichael se le caían pedazos
de rabia pura de la cara
que iba dejando como árboles
que crecieron como árboles al costado del camino

no pájaros no vientos no señoras
les movían las ramas sino
años de mal amor y desgracia
años en que el amor viene mal

o mal y triste y destrozado como
la margarita que besó el león
a la solombra del atardecer
donde carmichael lloró un poco

por abajo por arriba por la ventanita
que nadie abre iba carmichael
con el camino en la mano como
paquete del dolor

hasta que un día los pies se le pusieron verdes
áhi carmichael paró
ya rojo ya mitad ya parecido
y dulce fue su desventaja

toda la sombra que cae de carmichael o'shaughnessy
pega en el suelo y se va al sol
pero antes canta como dos pechos de mujer
o sea canta canta

del libro Los Poemas de Sidney West.Juan Gelman

















Cosas








Vienen las cosas que revuelven
las penas azuladas. Un niño
despierta fantasmas sucios de tiempo
y me acuerdo de morir.

Es como taparse las promesas
para que sean promesas, no
cuerpos ignorantes de su cuerpo.






Filtran la fe en los bodegones.
Alguno habla por teléfono
y el infinito siempre da ocupado.
Esta sangre está acierta
y busca otra alma
en los que roban humo
en la mañana de hoy.








Cerezas


Esa mujer que ahora mismito se parece a santa teresa
en el revés de un éxtasis / hace dos o tres besos fue
mar absorto en el colibrí que vuela por su ojo izquierdo
cuando le dan de amar /
y un beso antes todavía /
pisaba el mundo corrigiendo la noche
con un pretexto cualquiera / en realidad es una nube
a caballo de una mujer / un corazón
que avanza en elefante cuando tocan
el himno nacional y ella
rezonga como un bandoneón mojado hasta los huesos
por la llovizna nacional /
esa mujer pide limosna en un crepúsculo de ollas
que lava con furor / con sangre / con olvido /
encenderla es como poner en la vitrola un disco de gardel /
caen calles de fuego de su barrio irrompible

y una mujer y un hombre que caminan atados
al delantal de penas con que se pone a lavar /
igual que mi madre lavando pisos cada día /
para que el día tenga una perla en los pies /

es una perla de rocío /
mamá se levantaba con los ojos llenos de rocío /

le crecían cerezas en los ojos y cada noche los besaba el rocío /
en la mitad de la noche me despertaba el ruido de sus cerezas creciendo /

el olor de sus ojos me abrigaba en la pieza /
siempre le vi ramitas verdes en las manos con que fregaba el día /
limpiaba suciedades del mundo /
lavaba el piso del sur /

volviendo a esa mujer / en sus hojas más altas se posan
los horizontes que miré mañana /
los pajaritos que volarán ayer /
yo mismo con su nombre en mis labios /


Imaginarios sobre el Amor VII "Adán y Eva" J. Sabines.






















1



Estábamos en el paraíso. En el paraíso no ocurre nunca nada. No nos conocíamos. Eva, levántate. -Tengo amor, sueño, hambre. ¿Amaneció? -Es de día, pero aún hay estrellas. El sol viene de lejos hacia nosotros y empiezan a galopar los árboles. Escucha. -Yo quiero morder tu quijada. Ven. Estoy desnuda, macerada, y huelo a ti. Adán fue hacia ella y la tomó. Y parecía que los dos se habían metido en un río muy ancho, y que jugaban con el agua hasta el cuello, y reían, mientras pequeños peces equivocados les mordían las piernas.





3



La noche que fue ayer fue de la magia. En la noche hay tambores, y los animales duermen con el olfato abierto como un ojo. No hay nadie en el, aire. Las hojas y las plumas se reúnen en las ramas, en el suelo, y alguien las mueve a veces, y callan. Trapos negros, voces negras, espesos y negros silencios, flotan, se arrastran, y la tierra se pone su rostro negro y hace gestos a las estrellas. Cuando pasa el miedo junto a ellos, los corazones golpean fuerte, fuerte, y los ojos advierten que las cosas se mueven eternamente en su mismo lugar. Nadie puede dar un paso en la noche. El que entra con los ojos abiertos en la espesura de la noche, se pierde, es asaltado por la sombra, y nunca se sabrá nada de él, como de aquellos que el mar ha recogido. -Eva, le dijo Adán, despacio, no nos separemos.

miércoles, 11 de mayo de 2011

Oliverio











H.D.Barajas Marín.



















Gratitud




Gracias aroma
azul,
fogata
encelo.
Gracias pelo
caballo
mandarino.
Gracias pudor
turquesa
embrujo
vela,
llamarada
quietud
azar
delirio.
Gracias a los racimos
a la tarde,
a la sed
al fervor
a las arrugas,
al silencio
a los senos
a la noche,
a la danza
a la lumbre
a la espesura.
Muchas gracias al humo
a los microbios,
al despertar
al cuerno
a la belleza,
a la esponja
a la duda
a la semilla
a la sangre
a los toros
a la siesta.
Gracias por la ebriedad,
por la vagancia,
por el aire
la piel
las alamedas,
por el absurdo de hoy
y de mañana,
desazón
avidez
calma
alegría,
nostalgia
desamor
ceniza
llanto.
Gracias a lo que nace,
a lo que muere,
a las uñas
las alas
las hormigas,
los reflejos
el viento
la rompiente,
el olvido
los granos
la locura.
Muchas gracias gusano.
Gracias huevo.
Gracias fango,
sonido.
Gracias piedra.
Muchas gracias por todo.
Muchas gracias.
Oliverio Girondo,
agradecido.



miércoles, 4 de mayo de 2011

oh, que será..."













Oh que será, que será



Que andan suspirando por las alcobas
Que andan, susurrando versos y trovas
Que andan, escondiendo bajo las ropas,
Que andan en las cabezas y anda en las bocas


Que va encendiendo velas los callejones
Que están hablando alto en los bodegones
Gritan en el mercado, están con certeza
Es la naturaleza, será que será
Que no tiene certeza, ni nunca tendrá
Lo que no tiene arreglo, Ni nunca tendrá
Que no tiene tamaño

Oh que será, que será


Que vive en las ideas delos amantes
Que cantan los poetas mas delirantes
Que juran los profetas embriagados,
Que esta en la romería de mutilados
Que esta en las fantasías mas infelices
Lo sueñan de mañana las meretrices


Lo piensan los bandidos, los desvalidos
Y en todos los sentidos, será que será
Que no tiene decencia, ni nunca tendrá
Que no tiene censura, ni nunca tendrá
Que no tiene sentido

Oh que será, que será


Que todos los avisos no van a evitar
Porque todas las risas van a desafiar
Y todas las campanas van a replicar


Porque todos los signos van a consagrar
Porque todos los niños se habrán de zafar
Y todos los vecinos se irán a encontrar


Y el mismo padre eterno que nunca fue allá
Al ver aquel infierno lo bendecirá,


Que no tiene gobierno, ni nunca tendrá
Que no tiene vergüenza, ni nunca tendrá
Lo que no tiene juicio

Y el mismo padre eterno que nunca fue allá
Al ver aquel infierno lo bendecirá,
Que no tiene gobierno, ni nunca tendrá
Lo que no tiene juicio

martes, 3 de mayo de 2011

El canto de los Cronopios- J. Cortázar.










Cuando los cronopios cantan sus canciones preferidas, se entusiasman de tal manera que con frecuencia se dejan atropellar por camiones y ciclistas, se caen por la ventana, y pierden lo que llevaban en los bolsillos y hasta la cuenta de los días.


Cuando un cronopio canta, las esperanzas y los famas acuden a escucharlo aunque no comprenden mucho su arrebato y en general se muestran algo escandalizados.


En medio del corro el cronopio levanta sus bracitos como si sostuviera el sol, como si el cielo fuera una bandeja y el sol la cabeza del Bautista, de modo que la canción del cronopio es Salomé desnuda danzando para los famas y las esperanzas que están ahí boquiabiertos y preguntándose si el señor cura, si las conveniencias.


Pero como en el fondo son buenos (los famas son buenos y las esperanzas bobas), acaban aplaudiendo al cronopio, que se recobra sobresaltado, mira en torno y se pone también a aplaudir, pobrecito.