lunes, 9 de enero de 2012

De un Sol A Otro











...“Tal vez sea hoy / La fulguración de los sentidos: / Ver al Borracho –Tiempo tiempo ido- / Mancillando los nombres de la ciudad / Dibujando con tiza / El rostro de calles y casas / Pintarrajeando en las paredes / Constelaciones apagadas / Echando negro humo y escoria /Sobre las maravillas del azar / Triturando con piedra de macerar diamelas / Huesos de pájaro / de tigre / y de pez / El Tiempo caminando sobre los malecones...” Luís García Morales De un sol a otro, (1997)

André Kertész : " Yo escribo con Luz" . * Polaroids.


















André Kertész : " Yo escribo con Luz" . * Polaroids.

Un Cambio en los climas del Corazón







...Un cambio en los climas del corazón
vuelve seco lo húmedo, la bala de oro estalla
sobre la tumba helada.
Un clima en la comarca de las venas
cambia la noche en día; la sangre entre sus soles
ilumina al viviente gusano.

Un cambio en el ojo advierte a tiempo
la ceguera hasta el hueso; y el útero incorpora
una muerte mientras surge la vida.

Una sombra en el clima del ojo
es a medias su luz; el mar sondeado irrumpe
sobre una tierra sin arpones.
La semilla que del lomo hace una selva
divide en dos su fruto; y la mitad se escurre.." Dylan Thomas

Happy New Year







Y así siempre. Quisiera aclarar que estas cosas no las hacemos por diferenciarnos del resto del barrio.


Tan sólo desearíamos modificar, gradualmente y sin vejar los sentimientos de nadie, las rutinas y las tradiciones.


No nos gusta la vulgaridad en ninguna de sus formas, y basta que alguno de nosotros oiga en la cantina frases como «Fue un partido de trámite violento», o: «Los remates de Faggiolli se caracterizaron por un notable trabajo de infiltración preliminar del eje medio», para que inmediatamente dejemos constancia de las formas más castizas y aconsejables en la emergencia, es decir: «Hubo una de patadas que te la debo», o: «Primero los arrollamos y después fue la goleada».


La gente nos mira con sorpresa, pero nunca falta alguno que recoja la lección escondida en estas frases delicadas. Mi tío el mayor, que lee a los escritores argentinos, dice que con muchos de ellos se podría hacer algo parecido, pero nunca nos ha explicado en detalle. Una lástima.



¿No me prestás tu mano en esta noche
de fìn de año de lechuzas roncas?
No puedes, por razones técnicas.
Entonces la tramo en el aire, urdiendo cada dedo,
el durazno sedoso de la palma
y el dorso, ese país de azules árboles.
Asì la tomo y la sostengo,
como si de ello dependiera
muchísimo del mundo,
la sucesión de las cuatro estaciones,
el canto de los gallos, el amor de los hombres.


Casi nadie va a sacarlo de sus casillas. * J. Cortázar.








Casi nadie va a sacarlo de sus casillas



El caballo relincha, el perro ladra,
La suma de los ángulos de un triángulo
Es igual a dos rectos,
La sopa, la conciencia, el alcaucil, después
Del dos el tres, después del hoy, mañana,
Casi nadie lo sacará de sus casillas.
Casi nadie ni nada, porque
¿Cómo tomar en serio esos latidos
En que el sueño es acceso, esas miradas
De insoportable lucidez en un tranvía,
Eso que ahora dice: Huye,
Pero al final, al fin y al cabo, no era más
Que un gajo de naranja
Reventando en la boca?
¿Cómo tomar en serio que una puerta
Dé a la tristeza cuando el arquitecto
La abre al pasillo, que unos senos
Dibujen paralelos sus jardines
Cuando es la hora de ir a la oficina?
Imposible negar las evidencias
Dice el doctor y dice bien, inútil
Sacar de sus casillas al honesto almanaque,
San Rulfo, Santa Tecla, San Fermín,
La Asunción,
El caballo relincha, el perro ladra,
Casi nadie le ofrece en una esquina
Un pedacito suelto de bicicleta o trompo,
Casi nunca es verano en pleno invierno
Por razones de estricta pulimentada lógica,
Hay que ser lo que es o no ser nada, y nada
Lo sacará de sus casillas, nadie
Lo sacará, y si un caballo ladra
No lo sabremos nunca, porque
Los caballos no ladran.
Bastaría un apenas, un no quiero,
Para empezar de otra manera el día,
Hervir la radio con las papas
Y a cada chico darle un cocodrilo
Para que huela a miedo en las escuelas,
Sacar los muertos a que tomen aire,
Meter las mitras en la mayonesa,
Actividades subversivas, claro,
Pero otras cosas hay: fusiles
Corren por las picadas, Sudamérica
Crece en su selva hacia la aurora,
De tanto arroz bañado en sangre
Nacerá otra manera de ser hombre.
No cito más que apenas estas cosas,
saco de sus casillas a unos cuantos
que todavía creen en la poesía
encasillada en su vocabulario
lleno de compromisos con lo abstracto.
(La suma de los ángulos de un triángulo).
((Los caballos no ladran)).
(((Dice el doctor, y dice bien))).






Amor y Absurdidad







Dicen que hay vientos del sur capaces de hacer
que el hombre más cuerdo en la Tierra llegue a enloquecer.
Bien, uno de esos tal vez me obligó a terminar
esta canción en tu honor, desde el norte con amor y con absurdidad.

Y dicen que incluso Caín tuvo una buena razón,
y que su causa oculta no era otra que la revolución.
Con todo, no puedo afirmar con seguridad
si era Caín o era Abel quien te pedía piel para llevarse algo más.

Y si me ves huir otra vez pretextando ansiedad
es que el aire aquí es denso y me invita a rezar:
así danos la paz, danos la paz, danos la paz.

Y bien, quisimos partir algún que otro reloj,
pero él halló las manecillas bajo el colchón.
Y cuando el tiempo advirtió nuestra estupidez,
sentíamos algo una vez y justo todo lo contrario tan sólo un minuto después.

Clara está aquí e insiste en preguntar
si acaso no baso mi vida en una irrealidad.
Yo dudo durante un segundo antes de responder.
Le digo: "Aún siendo así, hoy quiero vivir, y viviré"

Y sabe Dios que haré por esforzarme en conservar
todas mis facultades intactas desde hoy.

Bueno, esto no puede ser más que otro adiós,
pero antes quisiera pedirte un pequeño favor.
Si tienes un rato allí, ¿me querrás enviar
algo impregnado en tu olor, desde el frente con amor y con absurdidad?


Nacho Vegas/

Dejando la Ciudad *Magestad*







Hay veces, majestad,
en que ella no tiene nada que ver conmigo.

Así,
explíqueme usted
la razón de la sincronización
que ha dado lugar a esta práctica;
hábleme de la perdularización
que ensimó el narcisismo de un personaje tipificable
en el trasfondo de un paisaje heteromístico;
Majestad,
usted se está perdiendo una oportunidad
si no habla;
majestad yo no quiero dudar de usted
pero tampoco quiero dejar de oír y ver
las vueltas del Carrousel
primero, inicial de esta, su ciudad:
ya ve, Majestad,
cómo puede llegarme a no importar
que esta ciudad sea Suya o mía.



Oscar Stemiberg